Me encantan las murallas cuando pierden su sentido, me encantan las obras del ser humano cuando mueven montañas por su fe o su fanatismo. Eso sí, vistas a través del tiempo, puesto que es lo que nos queda, porqué quizá al vivir aquella realidad de aquél tiempo no pensaría como manifiesto. Esto es lo que nos dejaron para construir encima de ellas.
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