lunes, 23 de julio de 2012

No aprendemos

Fuego en el cielo. El Sol rojo parece una figura bella e inofensible, pero este espectáculo supone nuestra muerte, junto con las 13.000 hectáreas ya quemadas en el Empordà. En este país en crisis se junta ya la decadencia de los incendios forestales. No hay dinero, sólo hay más recortes populares y más ultraricos. Seguramente tendrán que ir a apagar el fuego, esos funcionarios a los que se les ha quitado la paga extra. En Barcelona se huele ya el bosque quemado, el crimen causado por decenas de negligencias a todos los ámbitos y extensiones.