viernes, 29 de abril de 2011

Volver a la economía sostenible

No hay mejores hortalizas y frutas que las que se cultiva uno mismo. El sabor de un tomate recogido a tu gusto no tiene nada que ver con el comprado en las grandes ciudades. Quizá sean alimentos "no tan controlados" como los comerciales, pero los días desde que se recoge hasta que llega al plato de la mesa pueden ser bastantes. Además que muchas veces se recogen verdes y se maduran en cámaras de conservación o en otros procesos fuera de la planta. Esto no sucede cuando recogemos nuestra propia cosecha directa al plato.

Durante un tiempo pensé en que nunca volvería a tener el sabor de aquellas fresas que probé en los campos de mis abuelos. Pero recientemente, gracias a un gran maestro, volví a tener ese dejavú al volverlas a probar. Nunca es tarde para aprender aquellas técnicas de antaño y recuperar aquellos sabores perdidos.


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